viernes, 14 de febrero de 2025

Sus casas o habitat

No es fácil describir las preferencias de los duendes acerca de los lugares que eligen para vivir, dada la gran variedad de clanes y familias que existen entre ellos. Por ejemplo, no son infrecuentes los casos en que los duendes deciden adoptar a una familia humana y vivir en su casa, en cuyo caso resultan sumamente útiles y serviciales, mientras se los retribuya adecuadamente, aunque no son demasiado pretenciosos, y se conforman con un plato de crema o de leche y una hogaza de pan fresco cada noche.



Sin embargo, y a pesar de los muchos ejemplos de duendes domésticos, la mayoría de ellos prefiere vivir en lugares apartados, lejos de la gente, por lo general en pantanos inaccesibles, bosques impenetrables o cuevas y minas abandonadas, en especial donde existen yacimientos de metales preciosos o diamantes. No obstante, rara vez edifican una casa o choza, sino que adaptan sus necesidades al lugar elegido, que puede ser un nido de pájaro carpintero abandonado, una madriguera deshabitada o, simplemente, un confortable hueco suficientemente espacioso entre las raíces de un árbol añoso.


Suelen ser muchas y muy variadas las señales de que un duende se ha instalado en una casa, pero la más frecuente es que, repentinamente, comienzan a perderse cosas pequeñas, o aparecer en lugares insólitos, ; como los aros preferidos de la dueña de casa en una caja de zapatos en desuso, o que el contenido de una botella de whisky desaparece misteriosamente durante la noche. Y todo esto suele suceder sin que ningún miembro de la familia llegue a verlo, a veces, ni a escucharlo.


La familia deberá entonces, prestar atención a estos signos y empezar a dejar estos pequeños presentes de comida y bebida, otros regalos, con la esperanza que, en lugar de comenzar a realizar travesuras, el duende decida ayudarlos con las tareas de la casa y/o granja, según sus preferencias.

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